Grupo de Operaciones Especiales

Guerra de Malvinas 1982

Grupo de Operaciones Especiales

Guerra de Malvinas Fuerza Aerea

Grupo de Operaciones Especiales
Son los Comandos de la Fuerza Aérea, especialistas en paracaidismo, buceo táctico, tiro, resistencia física, entrenados para realizar difíciles misiones en las líneas enemigas, con pequeños grupos de hombres. Para nosotros son simplemente «los come vidrio» por sus costumbres de disfrutar del peligro, las privaciones y todo lo que sea sufrimiento físico.

Relata: 1er.Teniente Spadano
(Miembro del Grupo de Operaciones
Especiales- G.O.E.)

La actividad inusitada en nuestra Base nos indicaba que algo no era normal, que pronto viviríamos algo «gordo» y nuestro instinto no falló.

En una sala había una mesa de arena, con la maqueta de una pista en una península, rodeada de costas agrestes y agua. El «Taño», por las dudas, consiguió una banderita Argentina y se la colocó, quedaba muy bien.

El 29 de Marzo nos reunieron y nuestro Jefe dijo simplemente. Esto no es un ejercicio, deberemos participar del Operativo …

Acuartelamiento, un viajecito mental hacia la familia y a preparar el equipo.
Suspendieron el 24 la misión, pero a las 21:00 hs. del día 30 estábamos embarcados, bajo la triste mirada de quienes no habían sido elegidos para participar.

De entre las sombras escuché el grito de ¡ Fuerza G.O.E., con todo !
Llegamos a nuestra Base de redespliegue y enseguida me alcanzaron el primer mate . . . ¿por qué el mate?,…. seguramente por los nervios.

A las 05:00 horas de la mañana despegamos en un Hércules C-130 al mando del Comodoro Beltramone hacia Malvinas, el viaje se hizo en un pesado silencio, luego vueltas y más vueltas, cerca de Puerto Argentino.

Escuchamos por el parlante del avión
— ¡ No podemos aterrizar, se está combatiendo en el Aeropuerto, no han encendido las balizas
(como estaba previsto); hay una ametralladora 12,70 de ellos en la cabecera de pista !
Luego:
— ¡Atentos que ahí vamos; tomar los dispositivos de combate, Suboficial Barros, cubra puerta
derecha, Suboficial Martínez la izquierda!
— «Abrir puertas y bajar plataforma, atentos con la ametralladora de la cabecera, preparado el G.O.E. para el asalto, se está combatiendo duro.

Yo era el noveno en la fila que se aprestaba a descender, al frente se encontraba nuestro jefe, masticando el freno, nervioso, al igual que todos nosotros, con la boca seca, quizás tanto como el día de nuestro primer salto en paracaídas; los mismos empujones, las mismas caras y los mismos gestos.

Tocó tierra el gigante mimetizado como nuestras ropas, ¡ a tierra G.O.E. ! gritó nuestro jefe y descendimos entre el ruido de las explosiones de los morteros a lo lejos, y las ráfagas de ametralladoras. Al rato cesó todo, revisamos bien por si había trampas cazabobos y nos instalamos en un hangar detrás de la usina.

El día 3 de abril, debíamos regresar al continente, habiendo finalizado nuestra misión, pero llegó la contraorden y nos quedamos en la Base Aérea Militar Malvinas, dando instrucciones a las tropas de la Fuerza Aérea Argentina, acantonados en las playas del aeropuerto, colaborando en la preparación de las defensas, fabricando trampas explosivas.
Construimos refugios, balizamos la pista, reparamos la hélice del buque «Cincel del Mar» al que se le había enredado allí la cadena de un buque pesquero polaco.

Dos buzos tácticos del G.O.E, «Penélope» y el «Whisky», utilizando equipos del cuartel de los Royal Marines, sin tanques de oxígeno, levantaron la cadena fuera del agua que estaba próxima a los 0 grados, cortaron un eslabón y lo liberaron.

Aún recuerdo cuando trabajábamos, mañana y tarde, fabricando nuestros refugios y posiciones en la cantera y al pasar frente al aeropuerto con palas, picos y herramientas varias, nos decían sobradoramente
— «Ahí va el Escuadrón Vialidad».
Cuando cayó la primera bomba se nos hizo chico el lugar para dar asilo a los graciosos.
Después los ayudamos a construir los suyos.

El 29 de Abril a las 04:00 hs. de la mañana, había terminado su turno de guardia el «Perro» y se encontraban apostados «Cachincho» y «Riqui», cuando una ráfaga de ametralladora dibujó una recta en las chapas del hangar. Todo el mundo alerta y al rodear unos tambores, encontramos a un soldadito en cuclillas. ..

Había sido un error de un centinela que casi le costó la vida al «Perro» que se salvó porque se tiró al suelo un segundo antes que los disparos pasen por el lugar en donde antes estaba su cabeza.

Vino el Bautismo de Fuego en la madrugada del 1º de Mayo, una bomba cayó exactamente detrás del hangar en el que estaban «Pinchi» y «Yogurt» y otra al lado del vivac de la IX Brigada Aérea, causando muertos y heridos.

07:30 horas, ¡¡ alerta Roja por el Norte !! y los Harriers le dieron a un hangar cerca de la planta de combustible. La artillería le pegó a uno y el otro se fue humeando.

Nosotros teníamos dos aprendices de Drácula que dormían en cajones, pues decían que eran más secos y confortables que nuestras cuevas (con bolsas de dormir). En medio del bombardeo se despertó el «Gaita» y vimos, atónitos, que se abría la tapa del cajón, como en las películas de terror y asomaba su cabeza, con cara de no entender nada.

—Pepe: Gaita, estamos en pleno bombardeo.
—Gaita: Déjate de bromas.
—Pepe: Son Harriers.
—Gaita: Deciles que me levanto más tarde.
… Y allí se dio cuenta que era real…….. (Luego nos diría que creyó que era una práctica de tiro de los Pucará).

Inteligencia nos avisó que estimaba bombardeo naval inglés a las 16:00 horas, lo que aparentemente era cierto, pues tres fragatas se instalaron frente a Puerto Argentino.

El «Gaita» y el «Perro», junto con el Mayor Zeoli , salieron en un jeep con una rueda totalmente en llanta hacia la pista, mientras el «Whisky» miraba con unos largavistas.

— ¡ Me c….en la puntualidad inglesa !
—¡¡¡¡booommm!!!,….y el primer bombazo pegó 50 ó 60 metros delante del Land Rover, que en un segundo quedó sólo y abandonado. Entraron a uno de los refugios.

—Gaita: Buenas, podemos pasar.
— Un Oficial: Adelante m’hijo…..
— Un soldado: Cabo Principal, tengo miedo.
— Gaita: Quédate tranquilo…yo también, o te crees que porque use boina no…toma, fúmate uno.. Mientras tanto en la cantera, pegaditos a una elevación

— 1er.Teniente Alzamora: ¡Cuernos!, están reglando (apuntando) hacia aquí.
— Gato: Gallo, vayamos a las letrinas.
— Gallo: No espera …(Tres bombazos más)…
— Gato: Vamos Gallo…

Ya se había ido.
Algunas pepas (bombas) más y todo terminó, porque la Fuerza Aérea Argentina atacó, dejando dos de las tres en llamas, la algarabía fue total.

Una noche:
-Gato: Se viene un tormentón.
-Taño: ¿Vos estás mal?
– Gato: ¿No ves los relámpagos? (se veían luces a lo lejos).
-Taño: ¿No ves las estrellas?
-Gato: Sí.
….¡¡Fiiuuu – booommm!!!
-Gato: ¡ Se pudrió todo !

Toda esa noche música con las fragatas, al amanecer los Harriers.
Y todos los días lo mismo.

Pero nuestros C-130 llegaban igual ¡ ¡ que grande !!
El 22 de mayo nos ordenaron salir para analizar el potencial enemigo, cerca de Colorado Pond.

El 23 fuimos hacia Moody Brook y nos embarcamos en dos helicópteros.
30 minutos más tarde desembarcábamos cerca del lago Colorado Pond, establecimos un refugio a las últimas luces del atardecer.

Pusimos un bombero (vigía) en las alturas e iniciamos la marcha, en un momento dado, tres horas de caminar, escuchamos el ruido de las palas de un helicóptero.
El caminar era muy difícil, por la oscuridad, las rocas, el musgo y los pantanos, estábamos mojados y hacía mucho frío.

Nos ocultamos el 24 y la noche del 25 continuamos la marcha, un helicóptero inglés ya nos buscaba y del otro lado de las elevaciones cada tanto se encendía una bengala.
Efectuábamos observación (inteligencia, búsqueda de información) durante el día.
Apenas oscureció iniciamos nuevamente la marcha hasta la madrugada del 26. Allí dejamos nueve hombres y seguimos 5 hasta el punto final ordenado, éramos «Gallo», «Penélope», «Perro»,
«Amancay» y «Taño».

Caminamos todo el 26 y parte del 27, llegamos a Monte Osborne y efectuamos vigilancia. Sólo escuchábamos sus helicópteros, pues había una niebla que no se veía ni a diez metros.

En la madrugada del 28 iniciamos el regreso.
Embarcamos todos en helicóptero, menos «La Vieja», el «Gato» y » Penélope» que se quedaron con la radio.

El 29 debíamos salir a cortar el avance del enemigo; tendríamos que dejarnos sobrepasar por ellos en las alturas de Two Sisters y luego atacarlos por la retaguardia. Para ello saldríamos de Moody Brook a las 09:00 horas en helicópteros, el primer embarque era para el Ejército, el segundo para nosotros y el tercero para gendarmería.

Salió el primero, y el segundo, por una contraorden, fue el de Gendarmería.
Estábamos esperando para embarcar, cuando llegaron corriendo dos gendarmes informándonos que su helicóptero había sido derribado y que habían sido emboscados los comandos de Ejército, pues el enemigo se encontraba ya en las alturas de Two Sisters.

Se suspendió nuestro embarque, enterándonos que había muertos y heridos.

El 29 a las 23:50 horas, comenzó un cañoneo naval y tuvimos un muerto y dos heridos en el G.O.E., el Cabo Primero Walter Abal herido por esquirlas en la pierna derecha, el Cabo Primero Juan Chiantore, herido por esquirlas en el brazo derecho y el Primer Teniente Luis Castagnari, muerto en combate mientras buscaba y traía a lugar seguro a un grupo de su gente que había quedado aislada por el bombardeo.
El supo el ideal porque moría y nosotros sabemos porque luchar.


Toda esa noche música con las fragatas, al amanecer los Harriers.
Y todos los días lo mismo.
Pero nuestros C-130 llegaban igual ¡ ¡ que grande !!
El 22 de mayo nos ordenaron salir para analizar el potencial enemigo, cerca de Colorado Pond.

El 23 fuimos hacia Moody Brook y nos embarcamos en dos helicópteros.
30 minutos más tarde desembarcábamos cerca del lago Colorado Pond, establecimos un refugio a las últimas luces del atardecer.

Pusimos un bombero (vigía) en las alturas e iniciamos la marcha, en un momento dado, tres horas de caminar, escuchamos el ruido de las palas de un helicóptero.

El caminar era muy difícil, por la oscuridad, las rocas, el musgo y los pantanos, estábamos mojados y hacía mucho frío.

Nos ocultamos el 24 y la noche del 25 continuamos la marcha, un helicóptero inglés ya nos buscaba y del otro lado de las elevaciones cada tanto se encendía una bengala.
Efectuábamos observación (inteligencia, búsqueda de información) durante el día.
Apenas oscureció iniciamos nuevamente la marcha hasta la madrugada del 26.

Allí dejamos nueve hombres y seguimos 5 hasta el punto final ordenado, éramos «Gallo», «Penélope», «Perro»,
«Amancay» y «Taño».
Caminamos todo el 26 y parte del 27, llegamos a Monte Osborne y efectuamos vigilancia. Sólo escuchábamos sus helicópteros, pues había una niebla que no se veía ni a diez metros.

En la madrugada del 28 iniciamos el regreso.
Embarcamos todos en helicóptero, menos «La Vieja», el «Gato» y » Penélope» que se quedaron con la radio.

El 29 debíamos salir a cortar el avance del enemigo; tendríamos que dejarnos sobrepasar por ellos en las alturas de Two Sisters y luego atacarlos por la retaguardia. Para ello saldríamos de Moody Brook a las 09:00 horas en helicópteros, el primer embarque era para el Ejército, el segundo para nosotros y el tercero para gendarmería.

Salió el primero, y el segundo, por una contraorden, fue el de Gendarmería.
Estábamos esperando para embarcar, cuando llegaron corriendo dos gendarmes informándonos que su helicóptero había sido derribado y que habían sido emboscados los comandos de Ejército, pues el enemigo se encontraba ya en las alturas de Two Sisters.
Se suspendió nuestro embarque, enterándonos que había muertos y heridos.

El 29 a las 23:50 horas, comenzó un cañoneo naval y tuvimos un muerto y dos heridos en el G.O.E., el Cabo Primero Walter Abal herido por esquirlas en la pierna derecha, el Cabo Primero Juan Chiantore, herido por esquirlas en el brazo derecho y el Primer Teniente Luis Castagnari, muerto en combate mientras buscaba y traía a lugar seguro a un grupo de su gente que había quedado aislada por el bombardeo.
El supo el ideal porque moría y nosotros sabemos porque luchar.

Comodoro (R) Pablo Marcos Rafael Carballo

Con dios en el Alma y un Alcon en el Corazon Compendio de “Dios y los Halcones” y “Halcones sobre Malvinas”,
del mismo autor
CORDOBA, AGOSTO

Dios y los Halcones

 

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