Citer 155mm

Relata el Coronel Rodríguez Mottino:
En la noche del 13 y 14 de junio el Grupo de Artillería 3 llevaba mas de dos días cumpliendo tareas de fuego en forma casi ininterrumpida. Los cañones de 155 mm hacen estragos en el ataque enemigo, pero la munición se va agotando…
Los ingleses intentan silenciar a nuestra artillería y, una vez mas toda la posición se
ve sometido a un fuego de contrabateria muy fuerte.

Uno de los proyectiles hace impacto en un deposito de munición próximo a la batería «A», ello origina un principio de incendio que, de extenderse, puede hacer volar todo
el emplazamiento. No obstante, el fuego sostenido de los ingleses aplasta a todos, obligandolos a permanecer en sus refugios.

Se observa una silueta que sale de un pozo de zorro y se dirige caminando, en
pleno cañoneo, hacia el deposito incendiado. Una vez allí aparta los cajones que
arden, los arroja a un pozo e impide que el fuego se extienda. Cumpliendo con su cometido regresa a su refugio, donde su Jefe de Batería lo abraza y le recrimina por haberse expuesto por propia iniciativa. Ante ello el soldado Wuldrich, oriundo de la ciudad de Junin exclamó «había que apagarlo mi teniente primero»