Esfuerzo y agonía
Clarín, Viernes 28 de mayo de 1982, Buenos Aires, Argentina
Esfuerzo y agonía
Por Oscar Raúl Cardoso
NACIONES UNIDAS (Enviado especial). – Un esfuerzo y una agonía fueron
ayer las características sobresalientes de las nuevas deliberaciones del
órgano de consulta del TIAR, que hoy comenzará a develar sí está en
condiciones de producir un nuevo pronunciamiento sobre la crisis del
Atlántico sur.
Los cancilleres y delegados especiales americanos
reunidos aquí iniciaron las gestiones tendientes a coincidir en el texto
de una declaración, contando como elementos de trabajo con dos
proyectos redactados por las representaciones de la Argentina y de
Colombia.
Ninguno de tos textos contaba, por sus propios méritos, con
demasiadas posibilidades de éxito. Como es habitual en las burocracias
internacionales, y la OEA no es una excepción, una comisión especial de
trabajo se reunió esta mañana para alcanzar la buscada síntesis.
El
proyecto elaborado por los delegados argentinos era considerado como
«excesivamente duro», aun por los mismos responsables de patrocinarlo.
En
ocho puntos de su parte resolutiva, el documento propone condenar «en
la forma más enérgica» la agresión armada británica contra la Argentina,
calificando la decisión como «ilegal» y al área de conflicto definida
por Londres con el para nada eufemístico rótulo de «zona de
hostilidades».
También deplora que «la actitud del Reino Unido haya
conducido a frustrar tas negociaciones pacíficas». Este es, sin duda,
uno de los puntos más conflictivos ya que equivale a una condena
política.
El proyecto exhorta a Gran Bretaña a cesar su «agresión»,
lo urge, junto al de la Argentina, a establecer «de inmediato las
condiciones que permitan la reanudación y el normal desenvolvimiento de
las gestiones iniciadas en el ámbito de la ONU». En lo más cercano a una
censura que las presentes circunstancias permiten se insta al gobierno
norteamericano a cesar la asistencia militar a Gran Bretaña, del mismo
modo que se requiere a la CEE y restantes Estados que optaron por seguir
el mismo curso de acción, a levantar en forma inmediata sus sanciones
impuestas a Buenos Aires.
El punto séptimo, entre todos el que más
importancia asigna la Argentina, legitima «aquellas medidas que (los
países latinoamericanos) estimen apropiadas para asistirla en la
emergencia». El último párrafo declara que la reunión de consulta se
mantendrá abierta.
Como contrapartida, Bogotá mantiene la dualidad
que caracterizó su pronunciamiento -una abstención-~, el pasado mes de
abril cuando el organismo de consulta aprobó la resolución N° 1 referida
a la presente crisis.
El texto, colombiano expresa «su profunda
preocupación» por el agravamiento del conflicto, reitera «su más firme
requerimiento» a las partes en litigio para que cumplan con lo
establecido en la resolución 502/82 del Consejo de
Seguridad, urge a
los gobiernos en cuestionó establecer «de inmediato» las condiciones
que permitan llevar a cabo las gestiones de Javier Pérez de Cuellar
reclama el cese de las medidas económicas de la CEE y reitera el
respaldo al secretario general de la ONU. En este caso, el clima de
agravio, tanto contra Londres como contra Washington, que signó las
posiciones que la mayoría de las delegaciones trajo a esta reactivación
del TIAR, impedirán un pronunciamiento favorable sobre un proyecto que
no hace sino recoger los deseos de la diplomacia norteamericana.
Los
mensajes que se escucharon en el primer debate, es decir ayer, dieron la
pauta. El secretario de Estado; Alexander Haig, asistió a porciones
sustanciales de la discusión al precio de escuchar condenas y
reprobaciones múltiples de sus colegas latinoamericanos.
Este es el otro aspecto del problema, el de la agonía manifiesta del sistema interamericano.
Desde
síntomas primarios, a los que no escaparon ni siquiera los cancilleres,
hasta las definiciones de sustancia que produjeron los discursos.
En
cuanto a los pronunciamientos de fondo están los llamados -ahora
públicos-, a reformar la OEA e, inclusive, a buscar una nueva sede para
el organismo. En forma más específica pueden citarse los reclamos del
canciller venezolano, José Zambrano Velasco y del vicecanciller de
Nicaragua, Víctor Tinoco, a trasladar cualquier nuevo encuentro del TIAR
que pudiera hacerse necesario en las próximas semanas a Panamá.
En este marco es que proseguirán hoy las gestiones del órgano de consulta.
Pero para completarlo aún resta anunciar tres factores que influirán decisivamente en la tarea:
-La negociación que, contra toda esperanza, se lleva a cabo en la ONU.
-La intensa presión que está ejerciendo sobre la delegación de EE.UU. y, por sobre todo,
-Lo que suceda en el teatro de operaciones.